jueves, 27 de abril de 2017

Sesiones del 24 y 25 de abril 2017

En estas dos sesiones hemos trabajado los cadáveres exquisitos.

A principios del pasado siglo, el escritor francés André Breton planteó la creación colectiva de poemas y dibujos para indagar en los mecanismos inconscientes del cerebro. Las obras se llamaron cadáveres exquisitos porque el primer poema creado comenzaba así: "El cadáver exquisito beberá el vino nuevo". Neruda y Lorca los llamaron "Poemas al alimón"; Nicanor Parra y Huidobro, "Quebrantahuesos".
















Los participantes en el Taller, inspirados por unas cuantas chucherías, decidimos crear, verso a verso, nuestros cadáveres exquisitos originales:


VEINTE OJOS Y UN ADJETIVO

25/4/17


El sueño llegaba lentamente para quedarse
durante unas horas.

Pupilas diáfanas, calima en la mente.

Una confusa mirada de niebla,
unos claros ojos verdes se abren paso
a través del oscuro arbusto de la ira.

Otros ojos aviesos me escudriñaban
mientras contemplaba la lluvia desde la ventana.
El viento la golpeaba y los pájaros, buscando un refugio,
se escondían dentro de un cálido abrazo
para dejar un recuerdo eterno…



Autores: Adriana María Ruiz de Molina, Teresa Sánchez García, Sisaypoe, María de Gonzalo Arenillas, Juan Carbonell Sánchez, Rocío Granados Hidalgo, Pilar García Rincón, Estefanía Martín Muñoz, Carlos Mendigutía Gómez, Alejandro Puga Gómez y Jaco Liuva.



Y, al día siguiente:

















ANHELO DE UN NOMBRE

26/4/17

Un canario viejo llena el aire
con sus últimos gorjeos.

Una llama reluciente, de pronto, se apaga.

El frío me alcanza
siento tus cuchillas heladas en mí,
congelando mi alma.

Ansío un día cálido,
vestido de alegrías
en una fiesta de sonrisas
pendientes de tus ojos.


VERSOS HILVANADOS

25/4/17


Las cortinas colgaban de diez aros,
bordadas por mano experta
con el hilo de los recuerdos.


25/4/17

Qué ganas tenemos de vacaciones…
Igual la lengua nos sirve
para entender, apreciar, ceder.

Amor a la magia que nos hizo.
Revivir el sueño de estar juntos,
 en esa primavera anticipada
sin preocupaciones,  sin compromiso,
sin nada de qué ocuparse.

Primavera caótica, no terrible,
solamente desordenada.

Otoño  quejumbroso,
lamiendo sus heridas,
no perdona la vida
a los habitantes del verano,
que, como atlantes sin ciudad,
deambulan, pobladores del pecado.

Sentimos el renacer del mundo,
la prepotencia de la naturaleza.
Amén.


Autores: Helena Martínez Luengo, María de Gonzalo Arenillas, Alicia Arriero Higueras, Neyrael, Katherina Stamatakis García, Marta Sancho Fernanz, Belén del Molino Dueñas, Fe María Jiménez Prieto, Jaco Liuva, Irene García Cárdaba, Giorgia Artabella, Sofía Cañellas Briones.

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