martes, 17 de octubre de 2017

1ª Sesión del III Taller de creación literaria


Comenzamos la andadura de este nuevo Taller –el tercero– ilusionados porque la creación literaria vuelve a convocarnos para sacar lo mejor de nosotros mismos y a retarnos para expresarlo de una manera original, distinta y, si puede ser, también bella.

En esta nueva etapa trabajaremos distintas tipologías textuales, sobre todo poesía y narrativa, partiendo de la inspiración que nos ofrezcan las propuestas de algunos autores. Procuraremos hacer textos con mensajes cifrados, poesía viajera, creaciones a partir de imágenes o sensaciones y los tradicionales cadáveres exquisitos que tantas satisfacciones nos han dado hasta ahora. Y esperamos que este curso nos visiten de nuevo escritores para comentarnos sus obras y motivarnos en la tarea creativa.

Vamos a recordar las dos primeras ideas que planteamos en la primera sesión del I Taller, hace dos años:

-       El empleo de la imaginación para mirar todo lo que nos rodea con los ojos de la fantasía y ver más allá de lo que contemplamos.
-       Ser capaces de utilizar un pensamiento múltiple, diversificando las posibilidades creativas.



Al hilo de este tema tan recurrente, propongo la lectura de un artículo de la revista O-KRE de 1 de julio de 2017 sobre la creación poética actual: «Poesía (fácil) en fascículos». (Enlace)

Textos relacionados con el tema tratado:

Apañarripios, tuerceversos, escrivividores,
telaraños, endecasibilinos, metronomistas
pejilgueros, apalabradores, alejandriños,
marwanes, silencieros, experiencistas,
soneteros, sonajistas, soniderramadores,
palabroteros, adjetivistas, verseadores,
calamburistas, metaforradores, jitanjaforistas,
simbolistas, escupecoplas, poetas-sin-ethos,
destrozaestrofas, sinecdoquistas, palabreros,
lanzapoemas, zurrabaladas, versicojos,
limpiaodas, fragmenteros, soplagárgolas,
tonadilleros, cantautores, acribillaestribillos,
¡ya está bien!, niños, ¡ya está bien!

Rafael-José Díaz (Blog)



Cuando decías te amo

Después de remontar tus pudrideros
ya me atrevo a enjuiciar tu virtuosismo:
no conocí antes de ti a nadie
que tan soberbiamente defecara por la boca.

Con qué ladina mediocridad arrobaste mis afanes,
cuánta mierda llevaban, mi amor,
tus palabras preciosas…

Tina Suárez Rojas (en “Las cosas no tienen mamá)



HECES

Esta tarde llueve como nunca; y no
tengo ganas de vivir, corazón.

Esta tarde es dulce. Por qué no ha de ser?
Viste gracia y pena; viste de mujer.

Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo
las cavernas crueles de mi ingratitud;
mi bloque de hielo sobre su amapola,
más fuerte que su "No seas así!"

Mis violentas flores negras; y la bárbara
y enorme pedrada; y el trecho glacial.
Y pondrá el silencio de su dignidad
con. óleos quemantes el punto final.

Por eso esta tarde, como nunca, voy
con este búho, con este corazón.

Y otras pasan; y viéndome tan triste,
toman un poquito de ti
en la abrupta arruga de mi hondo dolor.

Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y no
tengo ganas de vivir, corazón!

César Vallejo (en “Los Heraldos negros”)


Y, siguiendo con las manzanas, retomamos el libro Siete maneras de decir manzana de Benjamín Prado, del que hablamos en alguna sesión del primer Taller. Se trata de un estudio de la Poética que nos dará pistas para valorar y crear textos poéticos.

Dice en su introducción: ”en un poema, la inteligencia sin belleza o la dignidad moral sin valor estético, no sirven para nada”.

Resumo algunas ideas del primer capítulo del libro, titulado “¿Qué no es poesía?”:

-       ¿Existen cosas sobre las que no se puede escribir un poema? ¿Es la poesía capaz de amoldarse a cualquier argumento, de tratar cualquier tema?
-       Algunos malos poemas que existen se han escrito en nombre de la sinceridad, de la belleza y los buenos sentimientos, tal vez pensando que eso bastaba…
-       Un gran poema no se limita a describir las cosas, ni tampoco a enumerarlas; más bien las inventa o las reconstruye, las saca de la oscuridad y las transforma.
-       Un gran poema no es el inventario de un tesoro, sino una forma de desenterrarlo. (Ejemplo: Oda a la cebolla, de P. Neruda).
-       La primera sensación que produce un buen poema es la de estar hecho exactamente con las palabras que necesitaba para decir lo que dice y de la manera en que lo dice.
-       La poesía necesita, principalmente, inspiración y trabajo.
-       Al abrir un libro de poesía nos adentramos en un mundo simbólico, un mundo de ficción donde no importa tanto lo que se dice como lo que eso significa. La poesía, igual que el resto de las artes, quiere convencernos de algo, llevarnos a alguna parte, producirnos una determinada sensación. (PROPUESTA 1)
-       Los buenos poemas lo son porque nos hacen comprender las cosas en una medida y con una profundidad que las propias cosas no son capaces de ofrecer por sí mismas.
-       Las personas que leen no tienen límites; las que no leen son nada más que ellas mismas.
-       Hacer un buen poema es revelar un misterio.
-       La poesía es la máxima destilación del arte y el arte no es un lujo, sino una necesidad básica. Sin literatura no existirían ni la historia ni el pasado. El arte crea iglesias y palacios, la historia los destruye, les prende fuego, los bombardea.
-       La poesía es también, en muchos sentidos, un método de defensa, una forma de liberación o fuga. Ignorarla es, por tanto, un modo de estar ciegos. A veces, escribir mariposa es abrir un candado.



Algunos consejos extraídos del libro Escribir. Manual de técnicas narrativas de Enrique Páez:

Dónde escribir:

1.    Busca un lugar (una habitación, una mesa, un rincón, una biblioteca) donde puedas escribir sin demasiadas interrupciones.
2.    Planifica tu tiempo y reserva una hora para la escritura. Tiene que encontrar la que mejor se adapte a tu ritmo de escritura. Defiéndelo como una conquista personal.
3.    Entra en la escritura con el mismo espíritu con el que un niño entre en el juego. Sumérgete en ella hasta que solo existáis tú y tu cuaderno.
4.    Encuentra el tiempo y lugar más apropiados para ti. Prueba a escribir en distintos lugares y a distintas horas.
5.    Prueba a escribir también con distintos materiales (hojas en blanco, un cuaderno cuadriculado, un ordenador, con pluma, bolígrafo, lápiz…).
6.    Recuerda que no hay lugares, tiempos o materiales que sean mejores que otros. Valen los que a ti te sirvan. Y, a veces, conviene variar.

Inspiración

1.    Los buenos argumentos están por todas partes, pero hay que desarrollar la facultad de saber verlos, Para ello hay que ejercitarse mirando la realidad «con ojos de escritor», tratando de ver lo que hay más allá de todas las cosas.
2.    Las buenas historias salen a buscarnos y reclaman nuestra atención. Debemos afinar el oído y aprender a escucharlas. Son las musas, y nuestra relación con ellas debe ser de buena amistad. Picasso decía: «Yo no busco: encuentro».
3.    Cuando vemos que se nos ha presentado una idea que parece original, o al menos aprovechable, debemos fijarla inmediatamente en un cuadernillo con unos breves apuntes. Una frase, y a veces una sola palabra, será suficiente.
4.    El germen de una historia puede estar en un personaje, una situación, un objeto, una mirada… La historia no está completa, pero ya empieza a ser posible que exista en un futuro.
5.    No salgas desnudo a la calle. Lleva siempre contigo un pequeño cuaderno y un bolígrafo… o un móvil…


El microcuento

1.  El microcuento no es el resumen de un cuento, sino un cuento en sí mismo, microscópico y certero, reflejo de una realidad condensada.
2.    En los microcuentos se comprime el lenguaje, se reduce el número de palabras y al mismo tiempo se expande la realidad y se amplían las posibilidades de significación.
3.    La greguería, uno de los más genuinos legados de la narrativa española a la literatura universal, logra su cometido de recoger los impulsos efímeros pero intensos de la vida sin caer en los tópicos ni en la retórica.
4.    En la observación atenta, el escritor se entrena para persuadir y convencer a sus lectores de la realidad de la ficción.
5.    A través del escrutinio de lo esencial, de lo invisible, logra el asombro, la sorpresa y el estado de gracia que persigue quien se sumerge en una historia. «Lo esencial es invisible a los ojos», nos recuerda Saint-Exupéry.


Recomendaciones del Instituto Cervantes:

Incorrecto:
Estoy muy cansado. No puedo dar más de sí.
Estaba muy enfadado con sí mismo.
Trabaja en una empresa que sus socios son todos hermanos.
Hay un perro en la casa, el dueño del cual es alemán.
Fue el sueño quien le produjo el despiste.

Correcto:
Estoy muy cansado. No puedo dar más de mí.
Estaba muy enfadado consigo mismo.
Trabaja en una empresa cuyos socios son todos hermanos.
Hay un perro en la casa, cuyo dueño es alemán.
Fue el sueño el que le produjo el despiste.

La pluma con la que escribo / La pluma con que escribo.
(Lenguaje oral)                         (Lenguaje escrito)




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